domingo, 22 de abril de 2012

TODO TIENE SU TIEMPO

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. Eclesiastés 3.1.
Con esta frase el sabio  Salomón definía el sentido de la oportunidad de todo lo que deseamos los seres humanos. Ese todo incluye todos los tiempos, desde tiempo para nacer hasta para morir. Pero a su tiempo.
Cuando un partido político está en el tiempo de selección del compañero que lo va a representar  en una contienda electoral, se justifican o se aceptan como válidos los dimes y diretes, los enfrentamientos internos y hasta lavar los trapos sucios fuera de la casa. En el caso del Partido Revolucionario Dominicano, se justificaba la existencia de miguelistas e hipolitistas, se justificaban los proyectos “Miguel para Ganar” y “Proyecto República Dominicana”. Tan pronto concluyó ese tiempo,  todas esas cosas debieron morir ahí.
Con la selección del candidato,  ya no es tiempo  para la existencia en el PRD de miguelistas e hipolitistas. Eso correspondía a otro tiempo. El tiempo es para PAPÁ, que simboliza las aspiraciones de todos los perredeistas y aliados, que encarna la lucha por el poder y representa el cambio y la garantía de un gobierno democrático y honesto en la República Dominicana.
El compañero que dentro del PRD invoque su condición de miguelista o hipolitista para demandar cualquier cosa, no está en tiempo, porque ambas condiciones corresponden a un proceso anterior. Pero cuando un compañero apela a esta condición para coincidir con el adversario, o lo peor aún, para hacer causa común con el adversario, comienza a preparar su paso hacia la traición.
Así, cuando varios compañeros comenzaron a clamar en los medios de comunicación su condición de miguelista para criticar a la campaña electoral de su Partido o al candidato,  establecieron queriendo o sin querer,  gratuita o pagada,  una alianza con el gobierno y su candidato. Es por ello, que los compañeros que están en esa sintonía son alimentados, motivados y preconizados por los personeros del gobierno y sus “bocinas”.
El detonante de hacer causa común con el adversario se produjo con la famosa rueda de prensa de los cuatro diputados donde denunciaban un plan para matar al Presidente del Partido. El perredeista más humilde entendió de inmediato que la intención de estos cuatro diputados no era  evitar la realización de un inventado complot contra la vida del Presidente del Partido, sino hacer daño a la candidatura del PRD y su aliados, perjudicar las aspiraciones de los perredeistas que votaron por estos “compañeros” para que fueran diputados.
Por  el hecho de que estos diputados han perdido el sentido de la oportunidad y se quitaron  el saco de “honorables”, quedando su pellejo cubierto por el traje de traidores, llegará el tiempo oportuno en que el pueblo perredeista lo juzgará, de acuerdo a su nivel de traición, a ellos y a los que hagan causa común con el adversario, con el gobierno que mantiene sumido a la mayoría de la población en la pobreza, donde hay cero oportunidad para los no comulgamos con su gestión. Serán juzgados porque “todo tiene su tiempo”.


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